Reflexión para el 2019

En este año que comienza y con las próximas elecciones, aumentan las discusiones sobre las políticas de gobierno, los proyectos de país, los ajustes y los aumentos de tarifas, la pérdida del poder adquisitivo del salario frente a la inflación, la reforma de las leyes laborales, etc. Es bueno hacer una reflexión y desarmar los mitos liberales contra las ideas populares. Entender que los gobiernos de derecha responden a una negación de lo colectivo, donde el otro no importa.
Los mitos liberales que instalan en el inconsciente colectivo del pueblo, gracias a tanto repetirlo por distintos medios, se pueden comprender si entendemos que ellos conciben el trabajo como un costo, por lo cual hay que reducirlo. Principio liberal: “todo trabajador debe aceptar un salario bajo aunque sea indigno, así aportar con su vida a la competitividad”.
Otro mito que debemos desarmar es el famoso “hay que pagar la fiesta populista”, compatriotas tanto ajuste y recorte a los sectores populares ¿a quien le sirvió? solo al sector financiero, a las empresas de energía a las mineras y los exportadores, estos son los sectores a los que este gobierno beneficia, dejando una deuda externa imposible de pagar sin el sacrificio de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas.
Lo que siempre me llamó la atención en estas discusiones es la postura de los trabajadores que compran el relato de la élite y no entienden que detrás de este discurso liberal se encuentra el verdadero motivo a donde dirigen los recursos del estado; estos no deben ser para el pueblo, la fiesta debe ser para la élite.
Para la visión liberal la salud y la educación son bienes de consumo para los que pueden pagarla, para los que tenemos un pensamiento popular es un derecho que el estado debe garantizar. Esta es la lucha de dos proyectos de país totalmente diferentes, uno donde todos podemos tener calidad de vida y otro donde unos pocos tendrán el privilegio de la salud, la educación y el progreso.
A donde nos quieren llevar con sus políticas, a diferencia del pasado que nos organizábamos contra una élite económica que nos explotaba, nos quieren llevar a que nos tengamos que organizar contra una élite económica que ya no nos necesite, donde será mucho más difícil luchar contra la irrelevancia que contra la explotación. Es ahí donde nos están, empujando al abismo.
La cantinela liberal contra la justicia social tiene una frontera, a la cual todavía no llegamos gracias al colchón social que dejo el gobierno anterior, este límite se materializa como ya hemos vivido en la exclusión del sistema de enorme masas de ciudadanos y ciudadanas, reza la prosa liberal que cada persona debe ser capaz de cuidarse por sí mismo y tendrá con su esfuerzo los logros prometidos, pero esta promesa, sin acceso a la salud, a la alimentación y a la educación, no es una utopía es un crimen, que condena a la miseria a muchas generaciones. Otra prosa liberal que ya sabemos históricamente que es una mentira es el famoso derrame, prometiendo que el progreso ocurre sin impulso del gobierno y que va de arriba para bajo, sabemos que ningún beneficio a la clase trabajadora se obtuvo sin lucha, y que de la mesa liberal no caen ni las miguitas de pan.
Tendremos que tener claro a la hora de elegir en las próximas elecciones, que para la derecha los pobres y sus desgracias no son un problema real. Elegir entre pagar la factura de luz o comer, pagar el gas o comprar medicamentos, son hechos de la vida; hay gente pobre y gente rica, gente con oportunidades y gente sin oportunidades, pero es algo natural; así lo ven y así nos gobiernan.
Compatriotas debemos pensar que hay dos modelos de país por los que podemos optar, el de todos o el de unos pocos, y no es cuestión de tiempo, es una cuestión de intereses, ¿para quien queremos que trabaje el gobierno?
Luchemos por un gobierno que trabaje para la mayoría, sabemos que es posible tomar otro rumbo, trabajemos para que esto ocurra.
Brindo por un 2019 con prosperidad para el pueblo argentino en el que abunde el trabajo, los salarios dignos, la salud y educación pública gratuita y de calidad.
Pablo Moyano.